Guía de Rosario: 48 horas en la ciudad que vio nacer a Messi
Cinco imperdibles de la ciudad santafesina.
El Monumento Nacional a la Bandera, el Parque de la Independencia, la Costanera y más coordenadas se prestan para un recorrido de fin de semana por la ciudad santafesina, a 3 horas de Buenos Aires. En esta nota, cinco imperdibles rosarinos:
Subir al Monumento Nacional a la Bandera
Parada obligatoria, por supuesto. Se trata del monumento a la bandera más grande del mundo. Es una construcción arquitectónica y escultural que maravilla a quien decida recorrerlo y representa a la Patria Argentina navegando las aguas de la eternidad. Fiel a su historia, se edificó a orillas del Río Paraná, precisamente en el lugar donde el héroe nacional Manuel Belgrano alzó la bandera en 1812.
¿Qué se puede hacer por aquí? Subir a su torre que con 70 metros de altura habilita panorámicas increíbles de la ciudad de Rosario como el verde del Parque de la Bandera, la Costanera, el azul del Río Paraná y, a lo lejos, la provincia de Entre Ríos. Luego, caminar el Patio Cívico, que exhibe la escultura que representa la Madre Patria y además cuenta con una gran escenario que suele ser sede de eventos y recitales. Y después, recorrer el Propileo que acuna la famosa llama votiva flameante las 24 horas del día, en recuerdo a los soldados que dieron su vida por Argentina.
A saber: ¡el recorrido completo puede demorar hasta tres horas!
Navegar el Paraná desde la Estación Fluvial y degustar la gastronomía local
Justo frente al Monumento Nacional a la Bandera, está la Estación Fluvial. Claro que por aquí, navegar es palabra clave. Una alternativa es comprar un ticket y disfrutar del paseo del Barco Ciudad de Rosario que recorre la costa desde el agua. Mientras que la otra es visitar alguna de las distintas islas que emergen del río y permiten un momento a puro relax. ¿Cómo se llega a ellas? En ferry, con lanchas privadas o taxi o - para los más valientes (y en mejor estado) - remando en kayak.
Igualmente, si de playas se trata, no hace falta cruzar el Paraná porque tanto La Florida como la Rambla Catalunya, son dos sedes de turismo acuático con espacios gastronómicos increíbles.
Lógicamente, la mejor época para este tipo de excursiones es en verano o primavera, ya que hay varias playitas y espacios para divertirse al sol y hacer deportes como stand up paddle o kayak. ¡Pero el resto del año también tiene su magia! De hecho, hay paradores donde se puede degustar el tradicional plato y pescado rosarino: la famosa boga a la parrilla. Y para los fanáticos del pescado, también hay dorado y surubí, ambos peces de río completamente exquisitos.
Andar en bici por la Costanera rosarina al atardecer
Por si no quedó claro, Rosario es una ciudad que se desarrolla de cara al río. En su caso, el Paraná: un tramo acuático tan importante que incluso separa a la provincia de Santa Fe de su vecina Entre Ríos. La costanera, por lo tanto, es uno de los puntos de encuentro principales. Se despliega durante 15 km a orillas del agua y otorga el espacio justo para gozar de un recorrido en dos ruedas. ¿El momento ideal? Un poco antes de que baje el sol, para culminar el paseo con el atardecer rosarino que es todo un espectáculo. Además, para quien quiera disfrutar del sunset con trago en mano, en la Costanera Sur hay restaurantes y terrazas con vistas privilegiadas.
Recorrer el Parque de la Independencia
He aquí un inmenso pulmón verde en plena ciudad de Rosario. Es, sin dudas, el respiro que todo viajero buscará después de un día recorriendo la ciudad de la bandera. El plan: sentarse, relajarse y disfrutar. Sencillo, ¿verdad? También hay quienes gustan de preparar un picnic con mate en mano por alguno de sus hermosos jardines o comer en la zona gastronómica y, por qué no, alquilar un barquito o bicis acuáticas para disfrutar del lago y la naturaleza. ¿Postales? Muchísimas, claro.
Ahora bien, qué paradas deberían conocerse en este parque diseñado por Carlos Thays. El lago es, claramente, la locación más reconocida. De hecho, cuando cae el sol - de miércoles a domingos - hay un show sincronizado de sonido, luces y aguas danzantes que hipnotizan a cualquier viajero.
Además, hay cuatro sectores que apelan a las principales comunidades europeas de inmigrantes que llegaron a Rosario. Por un lado, el jardín francés, que se inspiró en los jardines palaciegos de aquél país. Por otro, el área española con un rosedal de 7500 rosas y una imponente fuente con materiales donados directamente por la corona. El sector italiano con la estatua de Garibaldi y, por último, el espacio británico que incluye el club de Newells Old Boys y el hipódromo (ambos clásicos de la comunidad inglesa de aquella época)
Para quienes disfruten de los museos, dentro del Parque están el de la Ciudad y el Histórico Provincial Marc. Y, cruzando la avenida Pellegrini, el Museo Municipal de Bellas Artes.
Disfrutar el barrio de Pichincha
Si bien durante un tiempo fue un barrio más bien abandonado cerca de la estación central de trenes, hoy se transformó en una de las zonas más desarrolladas en lo que a movida nocturna refiere. ¡Hay muchísima oferta de bares y discotecas!
Además, está cerca del bar El Cairo, uno de los bares célebres más importantes y tradicionales de la Argentina. ¿Por qué? En la década del 70 se convirtió en un punto de encuentro entre los jóvenes intelectuales de la época. Siendo uno de ellos, el famosísimo escritor y humorista Roberto Fontanarrosa. Tiene valor histórico y cultural y es la locación ideal para pedir un café con medialunas, el clásico desayuno argentino.