4 fiestas populares que hay que vivir al menos una vez en la vida en Argentina
La música, los bailes y los sabores convergen en celebraciones que trascienden el tiempo. Así se viven algunas de las festividades más conocidas de la nación del Fin del Mundo.
La riqueza cultural de Argentina se despliega en múltiples sentidos. Uno de ellos son las fiestas populares que encapsulan la esencia misma del alma del país. Cada acorde, cada paso de baile, y cada sabor contienen siglos de tradición, tejidos con hilos de música, danza y gastronomía. Y son mucho más que eventos multitudinarios: son cronistas de la historia argentina, narradores de la evolución cultural que marcó indeleblemente la tierra del tango y el mate. Desde las cautivadoras notas del chamamé en las tierras correntinas hasta la melodía nostálgica del folklore que resuena en las noches mágicas de Cosquín, estas celebraciones se convirtieron en verdaderos testimonios vivientes de la identidad argentina. La tradición se viste de gala y se celebra con la alegría contagiosa que solo el país albiceleste puede ofrecer. Un viaje musical, una danza eterna, y un festín para los sentidos.
El Carnaval de Gualeguaychú
Diez noches repletas de alegría y color. Más de mil artistas deslumbrando con trajes adornados con hasta 70.000 plumas. El corsódromo del Parque de la Estación vibrando con ritmos únicos. Este es el preámbulo de una de las fiestas más codiciadas de todo Argentina. ¿La sede? Gualeguaychú, Entre Ríos. El apodado Carnaval del País se celebra hace más de 25 años en la provincia, llevando al frente desfiles y coreografías que reciben a más de 40 mil personas de todos lados del mundo. Es el mayor espectáculo teatral a cielo abierto y una experiencia imperdible para anotar en la lista de cualquier viajero.
La Fiesta de la Vendimia
La máxima celebración para los amantes del buen vino. En Mendoza, la tierra de los viñedos y los sabores exquisitos, la Fiesta Nacional de la Vendimia se alza como un evento destacado a nivel mundial. ¿Qué esperar de esta festividad? Música que resuena en el aire, explosiones de fuegos artificiales que pintan el cielo con colores vibrantes, carrozas y un inmenso escenario que ofrece un espectáculo tras otro. Pero esta fiesta no es solo un festín visual y auditivo: el propósito es rendir homenaje a la tierra y a los labradores que con dedicación cultivan los viñedos. La reina de la vendimia es elegida y ovacionada, y el Malbec es protagonista en cada momento.
El Festival Nacional del Chamamé
En la provincia de Corrientes el chamamé se erige como un testamento viviente de la rica herencia cultural del nordeste argentino. Este estilo musical y de danza tejió su esencia en la idiosincrasia del litoral, desempeñando un papel crucial en su evolución. Por este motivo, cada enero la provincia se transforma en el epicentro vibrante del género con la celebración de la Fiesta Nacional y del Mercosur del Chamamé. El Anfiteatro "Mario del Tránsito Cocomarola" se convierte en el escenario sagrado donde las melodías, la poesía y la danza se entrelazan para formar el auténtico núcleo de la tradición correntina. Durante diez noches, el anfiteatro acoge un desfile de las luminarias más destacadas del chamamé, no solo de la región, sino también con la participación de artistas invitados de Uruguay, Paraguay, Brasil y otras provincias argentinas.
El Festival Nacional de Folklore de Cosquín
Nueve noches de pasión musical en la provincia de Córdoba. En la última semana de enero, la ciudad de Cosquín, anidada en el pintoresco Valle de Punilla, se vuelve el telón de fondo de la música folclórica argentina con el Festival Nacional de Folklore. Este evento, el más destacado de su género en Argentina, nació en 1961 a partir de una iniciativa de los habitantes locales y desde ese momento marcó un antes y un después. Porque va mucho más allá de una reunión musical de miles de personas: el Cosquín funciona como un faro de renovación para la música folclórica, promoviendo los ritmos incluso entre la juventud. A lo largo de los años sirvió como un trampolín para catapultar a grandes artistas como Mercedes Sosa, Soledad Pastorutti, Abel Pintos y Los Nocheros.
Con uno de los escenarios más imponentes de América Latina, el anfiteatro de Cosquín puede albergar a casi 10.000 espectadores: 7800 sentados y 2000 de pie.