Delicias estivales: 6 platos auténticos de Argentina para disfrutar del verano
A medida que las temperaturas suben, Argentina se llena de sabores veraniegos que conquistan paladares de locales y visitantes por igual.
Una exploración culinaria que gira en torno a la época más anhelada del año. Cuando el calorcito comienza a asomarse, las alternativas gastronómicas también acompañan. Sobre todo en un país donde la arista culinaria tiene tanto peso en el día a día de los habitantes. De múltiples colores, texturas y sabores, la carta del verano - de diciembre a marzo - rebalsa de alternativas frescas para atravesar los días de altas temperaturas como corresponde: acompañados de buena gastronomía.
Tereré
Si bien no es un plato, su rol en la época estival es de vital importancia para todos los argentinos. La razón es muy sencilla: el tereré es la versión del mate apta para los días calurosos. La base es la misma: yerba mate volcada en un cuenco, agua y una bombilla. Ahora bien, la diferencia radica en la temperatura en la que se vierte el líquido y los extras que contempla esa incorporación, porque la vuelta de tuerca del tereré involucra sabores más clásicos provenientes de jugos de frutas. El termo se carga con el zumo- de naranja preferentemente, pero puede ser de cualquier gusto -, el mate se decora con algunos hielos y la receta está lista para ser compartida en ronda, al igual que el ritual del mate. Una bebida refrescante que funciona como el antídoto ideal para días de calor intenso.
Vitel toné
El protagonista de la mesa navideña y un deleite que trasciende las festividades. El vitel toné es una verdadera obra culinaria y, si bien encuentra su momento de auge en las fiestas de fin de año, es una especialidad que acompaña la temporada en su totalidad. ¿En qué consiste? Finas lonchas de carne de ternera son cocidas hasta alcanzar la perfección. Esta base carnosa se fusiona con una suave salsa de atún y mayonesa, creando una sinfonía de sabores que danzan en el paladar. La combinación de la ternura de la carne y la cremosidad de la salsa confiere al vitel toné una delicadeza única, convirtiéndolo en una elección inigualable para los amantes de la buena mesa. La corona de alcaparras y huevo duro que adorna este plato no solo añade un toque visual, sino que también aporta una explosión adicional de sabores que eleva la experiencia gastronómica a nuevas alturas.
Ensalada rusa
Un festín para los sentidos en cada bocado. Las papas, cocidas a la perfección, se entrelazan con las zanahorias y las arvejas, todas cortadas en cubos pequeños, creando una armonía de colores vivos que evocan la energía y vitalidad propias del verano. Sin embargo, lo que realmente distingue a la ensalada rusa es su mágica fusión con la mayonesa, que le otorga una untuosidad única, convirtiéndola en una opción irresistible.
Asado
Es válido en cualquier estación del año y justamente por ese motivo no puede quedar al margen de esta lista. Porque la experiencia de hacer un asado en pleno rayo de sol también tiene su encanto. Las fiestas al aire libre y con pileta incluida son moneda corriente en el país donde absolutamente todo es motivo de celebración entre pares, familia y amigos. En la temporada donde la arista social rebalsa, los asados hacen su aparición estrella para teñir aún más la velada de tintes celestes y blancos.
El asado argentino es mucho más que una simple comida; es un ritual arraigado en la cultura del país que trasciende la mera satisfacción del apetito. Desde la suculenta entraña hasta el jugoso bife de chorizo, los comensales disfrutan de una variedad de opciones que se pasean por la mesa, preparadas a la perfección en la parrilla. Los cortes son acompañados por las aclamadas achuras, entre las que destacan el emblemático choripán (chorizo entre panes), el chinchulín, las mollejas y la morcilla. Sin olvidarnos de las ensaladas o papas fritas, fieles compañeras del banquete.
Picada
La picada argentina, fiel compañera de encuentros sociales y partidos de fútbol, es un festín de sabores que captura la esencia de la amistad y la buena comida. Esta mezcla de sabores intensos y variados se presenta en una tabla generosa, repleta de embutidos, quesos, aceitunas, panes y snacks. En la previa de un asado o durante la emoción de un partido, la picada se erige como la receta perfecta para ir abriendo el apetito. Los embutidos, como salames y jamones, se entrelazan con quesos de diferentes texturas y sabores, mientras que las aceitunas y encurtidos aportan un toque de frescura y acidez. El pan, ya sea en forma de baguette crujiente o grisines, actúa como el vehículo perfecto para llevar estos deliciosos bocados a la boca.
Pionono salado
Una estrella versátil que brilla tanto en las festividades como en cualquier día de verano. Esta masa esponjosa y delicada se convierte en el lienzo de la creatividad culinaria, ya sea relleno de irresistibles combinaciones como jamón y queso, palmitos o atún, y hasta queso azul con nueces, el pionono se impone como una opción emblemática en la mesa argentina. Su adaptabilidad no conoce límites, acomodándose en cualquier ocasión y conquistando paladares con cada bocado. Este plato, lejos de ser exclusivo de las fiestas de fin de año, se convierte en un deleite goloso para todos.