Escapadas en pareja en Argentina: 5 destinos para vivir la pasión

12 March 2024

Por Nicolás Fresco

La variada geografía de Argentina invita a dejar volar la imaginación romántica y fantasear con esa pareja que desearías llevar a la máxima intimidad.

Alimentar el deseo, seducirlo y finalmente conquistarlo. En tiempos donde todo -y a la vez nada- se sabe, se puede decir que el sexo es uno de los temas más banalizados. Y si se pretende profundizar en el amor, pareciera que quedó en el tiempo, como algo lejano, sin la velocidad de la coyuntura imperante.


Sin embargo, en esta nota se propone detener un poco el reloj de arena y darle rienda suelta a las experiencias oníricas. La idea es imaginar un momento de amor y pasión y, en este sentido, Argentina cuenta con una infinidad de lugares para jugar y divertirse con la persona que querés.


Entre el ruido de las grandes ciudades, en la inmensidad de la Patagonia, entre copas y vides o a puro relax bajo las aguas de Iguazú. Hay opciones para todos los gustos. Sólo es cuestión de aventurarse y vivir la vida sin tapujos.



Un beso frente al Obelisco de Buenos Aires

 

Un must que cualquier pareja debería concretar en su paso por la vida. El ritmo de la ciudad presiona y atomiza con rutinas que, algunas veces, pueden resultar cómodas, pero en otras puede que pesen demasiado.

De manera furtiva o simplemente para adornar la historia, el símbolo porteño es una fantástica oportunidad para desahogar esa furia enjaulada. La escena puede ser digna del cine épico, donde los amantes se encuentran en medio del caos. En ese beso el tráfico se paraliza y los semáforos dan vía libre a la emoción. Las librerías festejan una nueva historia y la 9 de julio se hace más ancha. El amor vive y ya no importa lo que sucede alrededor.


Las coordenadas siguen con un clásico café porteño, una noche eterna y un amanecer con mates y facturas. Amor argentino 100% máxima fidelidad.


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Glamping entre viñedos de Mendoza

 

Vida de reyes en el Valle de Uco o en la tradicional zona de Luján de Cuyo -o donde sea-, con la mejor copa de vino y una Cordillera que invita a soñar en grande. Adentro de la bodega boutique, la fermentación de besos imprime las mejores etiquetas. Afuera se siente el silencio de una paz exultante. Todo fluye en armonía, mientras las uvas reposan y expulsan destellos afrodisíacos. Las estrellas asoman como perfectos testigos de una cita repleta de encanto. Mientras la luna le ofrece una caricia al Aconcagua, el sol se viste de gala para un amanecer inolvidable. Todo encierra el marco ideal para morir-vivir en besos y abrazos de locura y pasión.

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Pasión en la estepa de la Patagonia

 

Las distancias en la Patagonia parecen eternas. Por eso, es recomendable cargar combustible en la estación de servicio más próxima. Además, se recomienda preparar el kit de mate con unos dulces, una buena playlist y estar bien arriba porque la ruta siempre invita a soñar.


Sin embargo, más allá de toda la previa anti-embole, la situación puede tornarse tediosa. Por eso, un buen recreo siempre es ideal para condimentar la experiencia y continuar con el espíritu por las nubes.

Punto muerto (del auto). Se detiene la marcha al lado del camino -Fito Páez presente o tu artista preferido- aunque puede seguir la música de fondo. El viento, como testigo de bodas, sopla las ropas de los viajeros para liberar la magia de un amor tan grande como la región más austral de Argentina. Los cristales ya no sienten frío y se empañan hasta el hartazgo. El coche, devenido en hotel de lujo, contempla la inmensidad y se deja sacudir por los protagonistas. La intensidad enloquece, se convierte en lasciva y los tapizados y la bocina perciben a fondo la fruición. El viento continúa y la Patagonia se hace aún más grande.


Una vez terminado el paso del huracán, la historia puede seguir hasta el Fin del Mundo o el inicio de un mundo sin fin. Todo dependerá del evangelio del corazón.

Amor en las Cataratas del Iguazú en luna llena

 

Una oda a las aguas sagradas de Iguazú. Mientras se escucha el sonido de las inolvidables Cataratas -una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo-, las pieles vuelan entre deseos y susurros vespertinos o -¿por qué no?- ¡Matutinos!. La escena perfecta en el lugar perfecto. Y si se piensa en las noches de luna llena, la magia se multiplica tanto como los aullidos de gloria ingobernable.


La experiencia se completa con la adrenalina de la Gran Aventura y la postal inmortal al borde de la Garganta del Diablo. Nada será igual después de un amor tan maravilloso y natural.



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Turismo romántico en aguas termales

 

Relax total, goce, la paz en su máxima expresión. En Termas de Río Hondo, tras una intensa jornada de golf, en Entre Ríos o frente al volcán Copahue. Las seis regiones de Argentina cuentan con esta posibilidad para vivir a pleno y enamorarse más de una vez.


El amor erupciona y el calor se siente de la cabeza hasta los pies. A un costado quedan las copas de vino que, junto a hoteles de excelente categoría, dieron inicio a la aventura. Dentro del agua, sólo se sienten latidos escandalosos, que ruegan por alcanzar -y no abandonar- un clímax inigualable. El traje de baño ya resulta una incomodidad y pide a gritos extinguirse entre el vapor y la temperatura que no cesa. La buena vida puede incluir una estadía en un all-inclusive, esquí y cabalgatas, entre muchas otras actividades.