Guía para conocer Buenos Aires en bicicleta: un día, un barrio

Conocer la capital argentina en dos ruedas es un plan espectacular para adentrarse en sus rincones.

Amigable para el medio ambiente y saludable. ¿Cómo recorrer en bici Buenos Aires? Fácil: un día, un barrio. La Boca, Puerto Madero, Recoleta, Palermo y más en esta nota.

Lo que siempre se vivió como algo alternativo, hoy se postula como el principal medio para recorrer turísticamente una ciudad. La bicicleta, en tiempos en donde el aire libre es condición sine qua non, es la gran protagonista del transporte actual. 

Además de disminuir el impacto ambiental, permite desplazarse con mayor rapidez y facilidad, respirar espacios verdes e históricos mientras se activan las piernas y los sentidos y llegar a lugares recónditos para fotear.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con una red de ciclovías de uso exclusivo para ciclistas. Es un proyecto que comenzó en julio del 2009 - época en la cual unas 30 mil personas usaban la bicicleta como medio de transporte - y que hoy alcanza más de 267 km. De esta forma, el cicloturismo es una opción más que tentadora para conocer la oferta que brinda la ciudad porteña. Estos recorridos pueden darse de la mano de guías de turismo o, por qué no, trazar los mejores caminos de manera independiente. ¿El resultado? Tachar imperdibles con una vuelta de tuerca entretenida y eco-friendly. 

La propuesta es simple: turistear los principales barrios bonaerenses en dos ruedas, en un viaje que contempla siete días a puro pedaleo.

¿Qué hay que saber antes de empezar?

App EcoBici

Las bicicletas pueden alquilarse en locales por un tiempo determinado, pero también existe un proyecto para pedalear la ciudad: EcoBici. ¿En qué consiste? En un sistema de transporte público para que todas las personas consigan una bicicleta a cualquier hora del día, todo el año.¿Cómo acceder? En primer lugar, hay que descargar la aplicación BA Ecobici por Tembici para Android y iOS. Luego registrarse con tarjeta de crédito internacional, seleccionar el tipo de pase y acercarse a la estación más cercana para desbloquear la bici. A la hora de elegir el pase, existe la posibilidad de sacar el normal (gratuito para argentinos residentes) o alternativas con costo adicional para más tiempo, circulación los fines de semana y uso por parte de turistas extranjeros. 

La misma app permite ver todas las estaciones de la ciudad y la cantidad de vehículos disponibles en cada una de ellas. Una vez que se elige el lugar, se genera un código y se ingresa en el anclaje de la bici a utilizar. En seguida aparece una luz verde, ¡y listo! Lo único que hay que hacer es, una vez finalizado el tiempo de uso, devolverla en cualquier terminal. 

Bicisenda

La indiscutible aliada de los ciclistas urbanos. Si bien se puede circular en bicicleta por todas las calles, hay algunas que contienen carriles diseñados exclusivamente para el uso de este transporte. De esta forma, se tejen circuitos estratégicos a lo largo de la ciudad para que la circulación fluya y esté contemplada la seguridad vial de los usuarios de bicis. La ciclovía se ubica en el margen izquierdo de la calle y es de doble mano, con su propia señalización. 

Ahora sí, ¡a pasear por Buenos Aires! 

Día 1: La Boca

¿Qué mejor que colores y tango para empezar el día? La Boca, meca del fútbol, del baile más sensual del mundo y de la paleta de colores más llamativa de Buenos Aires. A pocas cuadras de la Bombonera, uno de los estadios más importantes del país y testigo de partidos de fútbol históricos, se encuentra la terminal de EcoBici para arrancar el viaje. 

La primera parada es Caminito, el spot más instagrameable. La combinación de tonos azulados, amarillos, rojos, naranjas y verdes tiñen la calle más famosa del sur, dándole vida propia. El arte callejero se une al espectáculo de colores, haciendo que en el paseo por la zona explote el lente de la cámara.

Bicicletear las calles de La Boca invita a salirse del itinerario y pasarse horas apreciando los rincones de las fachadas clásicas (llamadas conventillos, viejas casas donde vivían los inmigrantes), dejándose maravillar por piezas de tango en las calles empedradas, y - claramente - probando alguna delicia argentina en sus bares y restós.

Día 2: San Telmo

El tradicional barrio porteño. Uno de los más antiguos, enraizado a las costumbres, el tango, los mercados y la arquitectura colonial. El recorrido comienza en Plaza Lezama - EcoBici en Brasil y Defensa -, un espacio verde lleno de esculturas y con edificios que lo rodean, como el Museo Histórico Nacional y la Iglesia Ortodoxa.

Pedaleando unas cuadras se llega a la próxima parada y el corazón del barrio: Plaza Dorrego. Un lugar mágico que concentra la esencia de San Telmo, con locales gastronómicos, edificaciones típicas y ferias los fines de semana. Además, es perfecto para ver tango al aire libre y a la gorra - un sistema que permite disfrutar del show y hacer el aporte económico que uno crea correspondiente -. A pocos pasos, dice presente el Mercado de San Telmo, con su impronta de hierro y techos hipnotizantes. Aunque el objetivo no sea comprar, la variedad de productos - desde verduras hasta antigüedades -, la arquitectura y la vibra valen la visita.

La Argentina también es conocida por sus talentosos historietistas. Tal es su fama que San Telmo se transformó en un museo viviente de los personajes más queridos de las historietas argentinas. La foto icónica se la lleva una pequeña escultura de una niña sentada en un banco: Mafalda (ubicada en la intersección de las calles Defensa y Chile). En el tour también aparecen Susanita, Manolito, Patoruzú, Hijitus, Clemente y más.

Dato curioso para los aficionados de la fotografía: en San Lorenzo 380 está la calle más angosta de todo Buenos Aires. Mide 2.50 metros de ancho y 13 de profundidad y es un spot que sin dudas amerita photoshoot.

Día 3: Puerto Madero

Un buen lugar para conocer arriba de la bici: edificios, gastronomía y naturaleza. Puerto Madero es sinónimo de modernidad y una de las grandes joyitas de la capital. Los imperdibles incluyen el Puente de la Mujer para la postal más linda, la Fragata Presidente Sarmiento, la Fuente Monumental de Las Nereidas, la plaza Reina de Holanda y el Parque Mujeres Argentinas.

Ahora bien, si de naturaleza se trata, la estrella de la zona es la Reserva Ecológica Costanera Sur, un pulmón verde de 360 hectáreas que bordea el Río de la Plata. Es ideal para un paseo en bicicleta y toda la zona está preparada para esa actividad. Hay distintos circuitos que permiten disfrutar del viento en la cara con vistas al río y a los rascacielos más llamativos de la ciudad. ¿La mejor parte? La parada técnica de almuerzo es en Costanera Sur (frente a la Reserva) y consiste en un choripán en puestos de la calle, para degustar un clásico embutido argentino entre panes. 

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Día 4: Microcentro

El verdadero corazón de la ciudad. No es un barrio en sí mismo, sino una zona de oficinas, comercios, bancos y edificios que contiene varios de los emblemas históricos y culturales de la ciudad. Limitado por la Avenida Córdoba y la Avenida de Mayo, presenta rutas de bicis que permiten un buen pantallazo del lugar a pesar del tráfico típico del área. 

¿Qué ver acá? La Plaza de Mayo rodeada por el Cabildo, la Casa Rosada - sede presidencial - y la Catedral Metropolitana. Cruzando la 9 de Julio, está el otro polo: la Plaza del Congreso con el imponente Congreso de la Nación, uno de los más grandes del mundo - ¡su cúpula mide 80 metros! -. Para apreciar este espacio desde la bici, la calle Virrey Ceballos cruza la plaza y brinda una ciclovía perfecta para la foto panorámica.

Día 5: Recoleta

Edificios de estilo francés, zonas verdes y un cementerio arquitectónicamente único que lleva su nombre. El barrio de Recoleta es otro de los sitios para gastar las ruedas. Además de calles que desembocan en galerías y cafés, el trayecto arranca en el cementerio más famoso de la ciudad, conocido por albergar los restos de personajes históricos del país.

El Parque Carlos Thays es otro buen punto de partida para aprovechar la bicisenda de Figueroa Alcorta, que plantea un recorrido a cielo abierto con imperdibles. El primero es la Facultad de Derecho, una construcción de 1949 de estilo grecorromano imponente por su tamaño, escalinata principal y 14 columnas de la fachada frontal. Pasando la universidad comienza a verse otro ícono argentino: la Floralis Genérica, una escultura de acero inoxidable de 20 metros de altura que se alza sobre una fuente de agua. El parque que la contiene es excelente para descansar después del pedaleo. 

Día 6: Palermo

Pasajes y rincones repletos de murales artísticos. ¿La esencia de este barrio porteño? Impronta joven, mucho verde y movida nocturna. Las calles que tienen bicisenda le hacen honor a la premisa: la gran Gorriti y Borges marcan el itinerario ideal para ver el corazón de Palermo antes de adentrarse en los pulmones verdes.

Imperdible conocer la Plazoleta Julio Cortázar, la Plaza Inmigrantes de Armenia y los mil y un locales gastronómicos y vintage de por ahí. ¿Una calle que vale la pena? Pasaje Russel, donde todo es color y arte - ¡suelen verse equipos de filmación y producciones de fotos! -. Una vez recorrida la zona, Av. Sarmiento desemboca en Figueroa Alcorta para dar lugar al Planetario, la casa nacional de la astronomía que también alberga un museo.

La ciclovía continúa por Alcorta para culminar el recorrido bordeando el Parque Tres de Febrero (comúnmente llamado Bosques de Palermo) y adentrándose en la inmensidad de caminos internos habilitados para bicis en sus 370 hectáreas de extensión. Por dentro se accede al Rosedal, una explanada increíble con más de 12 mil rosales - ojo, ¡está prohibido pedalear ahí! -. El oasis verde también contiene espejos de agua, flora autóctona y distintos parques (Jardín Japonés, Jardín Botánico, Zoológico de Buenos Aires).

Día 7: Vicente López

Un poco más alejado del centro de la ciudad pero con un estilo que demanda bicicleta y día de sol. Los kilómetros de bicisenda en este municipio plantean la alternativa perfecta para un día full naturaleza y deporte: jornada pedaleando desde la capital hasta zona norte. La recompensa consiste en parques verdes con vistas al Río de la Plata, puestos de comida sobre la costanera para recuperar energías y un rato de relajación lejos del caos de la ciudad. 

En esta zona también está la Reserva Ecológica, un espacio verde protegido de 2 hectáreas en la costa del Río de la Plata. ¿Qué actividades se pueden hacer? Principalmente caminar y disfrutar de la naturaleza, el horizonte infinito del río y la flora disponible.  

 

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